DISTINCIONES DEL COLEGIO DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS
Nuestro compañero andaluz JAIME RIERA RICO recibió el galardón Medalla al Mérito Profesional 2017 de reconocimiento profesional.
«La verdad es que ha sido una sorpresa muy grata. Totalmente inesperada. Me siento muy agradecido por ello a todos los compañeros que lo han impulsado y a nuestro Colegio. Después me ha hecho reflexionar sobre toda mi historia profesional y recordar a muchísimas personas a las que les corresponde también una parte de esa medalla: profesores de los que te dejan una huella para toda la vida, jefes que estimulan tu potencial y capacidades, subordinados (ingenieros técnicos sobre todo) que perfilan los detalles y procesos por los que las ideas y los proyectos se convierten en una obra pública real. Y un largo etcétera también de empresas de ingeniería y constructoras que han participado con gran entrega y profesionalidad en muchos trabajos».
En el resumen de méritos de nuestro colegiado y compañero Jaime Riera Rico se exponía que es un profesional muy conocido, respetado y querido en su sector tanto por haber sido Ingeniero Jefe de Servicio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir durante más de 35 años, como por haber impartido clase en ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada durante 15 años en el Área de Ingeniería Hidráulica, por tanto, profesor de una gran mayoría de los colegiados andaluces menores de 45 años.
Su participación en direcciones de obra o proyectos significativos y reconocidos, sus tantos años de docencia (cercana, educada, clara y accesible), su amplia dirección de proyectos de investigación y sus excelentes publicaciones hacen de Jaime un merecedor claro y evidente de todos los reconocimientos a nivel profesional.
“Existe cierta ruptura entre la Escuela y el mercado laboral” (REVISTA CAMINOS ANDALUCIA)
Su vida profesional ha estado ligada a la Hidráulica desde sus inicios en 1964 en Madrid y sobre todo en sus 35 años como Ingeniero Jefe de Servicio de la CHG en Granada. «Inicialmente me atraía más la Geotecnia y la Mecánica de Suelos. Mi dedicación a la hidráulica fue una casualidad. El último curso de la carrera lo combiné con un trabajo como becario por horas en el Centro de Estudios Hidrográficos, haciendo cálculos estructurales de tipo mecánico (todavía no había ordenadores) para una presa.Los trabajos que se realizaban allí me resultaron interesantísimos. Ahí arrancó mi vocación por la hidráulica y las obras hidráulicas.»
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