DEMARCACIÓN DE ANDALUCÍA, CEUTA Y MELILLA DEL CICCP
El Decano de la Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Juan Manuel Medina Torrres, y el Secretario de la misma, José Luis Sanjuán Bianchi, acudieron invitados a la inauguración de la cubierta vegetal de las cocheras del Metro de Granada.
Esta obra ha contado con una inversión total de 7.3 millones de euros, y la asistencia técnica ha sido desarrollada por Betancourt Ingenieros, cuya directora técnica es la vocal de Caminos Andalucía, Mercedes Sánchez Mellado.
El Decano pudo subir a la nueva cubierta y probar incluso las gafas de realidad virtual y realidad aumentada para ver la obra desde otras dimensiones, que ha sido posible gracias al empleo de la metodología BIM en este proyecto.
La Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, a través de la Agencia de Obra Pública, ha completado las obras de la cubierta vegetal en el recinto de talleres y cocheras del Metro de Granada, con una inversión de 6,36 millones de euros. Esta inversión se complementa con un millón adicional destinado a la instalación de placas solares, totalizando así una inversión de 7,3 millones de euros, cofinanciada con fondos React de la Unión Europea.
La nueva estructura, con una superficie de 9.000 metros cuadrados, está sostenida por 120 pilares de hasta 12 metros de altura, y alberga ocho vías con capacidad para 32 unidades. Este aumento en la capacidad de estacionamiento permitirá alojar tanto la flota actual de 15 unidades como las ocho nuevas adquiridas para mejorar el servicio y para la futura Prolongación Sur del Metro de Granada.
La cubierta vegetal representa una mejora significativa en el mantenimiento de los trenes, prolongando su vida útil y mejorando las condiciones laborales de los operarios. Anteriormente, las instalaciones solo proporcionaban protección para seis unidades, dejando al resto expuestas a los elementos, lo que afectaba negativamente tanto a su conservación como al confort del personal.
Además de su funcionalidad, la cubierta vegetal incorpora más de 3.300 metros cuadrados de superficie ajardinada y 1.400 placas fotovoltaicas, reforzando así el carácter sostenible del metro. Este diseño no solo reduce la huella de carbono y mejora la eficiencia energética, sino que también contribuye al aislamiento térmico y a la reducción de la temperatura ambiental.
La producción eléctrica de las placas solares se destinará al consumo del metro, cubriendo parte de su demanda energética y reduciendo así sus costos operativos. Se estima que la superficie vegetal será capaz de absorber 20 toneladas de CO2 al año, gracias a la utilización de plantas autóctonas que requieren poco mantenimiento y se integran armoniosamente con el entorno.