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JORNADA EN LA ETSICCP DE GRANADA. LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA INGENIERÍA DE CAMINOS

El decano subrayó que la IA va a cambiar no sólo el modo en que nos enfrentamos a los proyectos, sino cómo gestionamos las infraestructuras vivas o planificamos territorios

La directora de la ETSICCP de Granada ofreció la disponibilidad de la Universidad para incorporar formación específica a través de microcredenciales o postgrados

La supervisión de los datos en la IA debe estar dirigida por ingenieros de caminos, que tienen la preparación para entender los datos y sus predicciones

La Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos organizó en colaboración con la ETSICCP de la Universidad Granada la Jornada ‘Inteligencia Artificial en la Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos’, que se celebró el 13 de mayo en el salón de actos de la Escuela, con unos ochenta inscritos. La directora de la Escuela, Mónica López Alonso, dio la bienvenida y abrió la mesa inaugural junta al Decano de Caminos Andalucía, Juan Manuel Medina Torres, quien enmarcó la celebración de esta charla en “ese deseo de ser una avanzadilla a las demandas de la Ingeniería y de nuestros ingenieros y de abrir esa puerta a un futuro palpable que ya se materializa ante nosotros”.

Recordó que desde sus orígenes siempre se ha puesto énfasis en que había que formar a unos profesionales que dieran servicio a las necesidades concretas de la sociedad y del país en cada momento, de ahí la amplitud de competencias que abarcan los ICCPs hoy en día, por la adaptación continua de los planes de estudio a lo largo de la historia. “Seguimos formándonos en esas necesidades. Actualmente, la IA se está incorporando en pequeñas dosis y de forma transversal en la educación reglada, y debemos hacer de estas herramientas una ventaja competitiva”, apuntó el Decano. Como llamó la atención, la implicación de los ingenieros y el uso de las IA en la Ingeniería de Caminos es una realidad y va a cambiar no sólo el modo en el que nos enfrentamos a los proyectos, sino en cómo gestionamos las infraestructuras vivas o planificamos los territorios y sus afecciones a la ciudadanía. Algo ya tan reconocible como los gemelos digitales, el BIM, o el Big Data, que hace unos años empezaban a sonarnos, hoy forman parte de nuestros proyectos. Hay un elevado potencial de digitalización de los activos de las infraestructuras civiles, en todas las competencias reconocidas a los ICCPs.

Según avanzó Medina Torres, ya tenemos tecnologías actualmente que se adelantan al fallo, permitiendo alargar la vida útil de los activos y reducir el impacto; estamos creando ‘espejos virtuales’ de nuestras infraestructuras, que monitorizan cada pulso, simulan situaciones, diagnostican fallos, optimizan por completo todo el proceso desde su gestación y su ciclo de vida; las IA se han convertido en piezas de conocimiento clave para la planificación, conservación y mantenimiento de nuestras obras. Nos hemos acostumbrado a hablar de las Smart City y Smart Territories, aliadas en la planificación territorial y en una gestión sostenible y eficiente, y esta lista de aplicaciones y tecnologías crece cada día, gracias al carácter innovador y versátil y la capacidad de adaptación de nuestros profesionales, concluyó.

Tras la apertura se dio paso a la mesa técnica, con Juan Fernández Salas, CTO y director de Tecnología de Quantia Ingeniería y Consultoría; Francisco Carmona Martínez, director de Infraestructuras Digitales de Quantia Ingeniería y Consultoría; Salvador Mansilla Vera, director de ACTISA, y Manuel Chiachío Ruano, profesor de la ETSICCP de la Universidad de Granada, co-fundador y co-director del grupo de investigación Laboratorio de Pronóstico Inteligente y Sistemas Estructurales Ciber-físicos iPMLab (Grupo de investigación TEP-1001) y co-autor del libro ‘Inteligencia Artificial y Tecnologías Digitales para los ODS. Como una llamada de atención, Chiachío Ruano empezó con una noticia sobre Google, que ese mismo día había lanzado en su inteligencia artificial Gemini -basada en un modelo de red neuronal con más de 12 billones de parámetros- una suite que identifica mediante vídeo patrones en tiempo real; de forma que, con las futuras gafas, que también va a lanzar muy pronto, pero incluso con la cámara del móvil, alguien puede interaccionar y preguntarle sobre los objetos que está identificando, para que complemente la información que está viendo. Esto, trasladado al ámbito de la planificación de obras, avisó, “imaginaos lo que va a ser en meses”. Con esta tecnología habilitada, explicó, un jefe de obra o cualquier técnico a pie de obra podrían estar preguntando sobre lo que está viendo y además complementar información pidiendo recomendaciones sobre situaciones y procedimientos, o la relación con el cronograma de obra.

Coincidió con el Decano en que estamos ante una “revolución”, con un impacto económico hasta 2030 de billones de euros, “y nuestro sector no está ajeno”. La investigación llevada a cabo por su grupo en los últimos años confirma que la IA “impacta directamente en todas las fases de una infraestructura”. “La principal barrera es la falta de formación específica. Nuestros profesionales no están aún preparados para las competencias que ya se les reconocen”, subrayó, como la tecnología BIM, los gemelos digitales, el big data, el mantenimiento predictivo o la inteligencia artificial –que se recoge en el Catálogo de Competencias del CICCP-. En un momento del debate posterior, centrado en este punto, los ponentes coincidieron en que los ingenieros ya tienen una base matemática en su formación básica, válida para la IA, pero requieren prepararse en competencias digitales para liderar los proyectos y los campos propios en los que se está avanzando con digitalización. Juan Fernández Salas, de Quantia, puntualizó que no es necesaria una base técnica sobre estas metodologías, sino sólo dar los principios básicos, despertar el interés, saber identificar los procesos optimizables y qué herramientas se necesitarían. Para Francisco Carmona Martínez, “falta formación y entendimiento de la gestión de datos, qué significa usar datos para tomar decisiones”. En opinión de Salvador Mansilla Vera, director de ACTISA, un buen profesional, con formación en competencias digitales básicas y algo de lenguaje de programación “estará en disposición de liderar proyectos donde predomine el uso de la IA y sentarse con equipos multidisciplinares”.

Preguntado Carmona Martínez sobre la mejor formación sobre IA, respondió que podrían darse cuatro vertientes, una más general y multisectorial, “que sería difícil aplicarla al día a día de la construcción”; la específica para el sector, más operativa, pero que deja de lado conceptos básicos que podrían ser necesarios en el futuro; la autoformación, más arriesgada; y la formación reglada de las Escuelas, orientada a la carrera, optimizando los tiempos para que sea aplicable.

Por alusiones, la directora de la Escuela recordó que los planes de estudio se aplican por orden ministerial, pero aclaró que existen otras fórmulas para agilizar la incorporación de formación específica mediante colaboraciones con empresas punteras, como Quantia o Actisa, y manifestó su disposición a materializar en microcredenciales o postgrados.

Tenologías en uso

En su introducción, Manuel Chiachío Ruano dio una visión general de los actuales usos de la IA en la Ingeniería (en los que podéis ahondar en su comparecencia en el Parlamento de Andalucía aquí), como los gemelos digitales –campo de actuación más importante hoy en día-; las Tecnologías predictivas y de pronóstico inteligente –otro de los campos de máximo desarrollo porque permite anticiparse a los fallos o mal funcionamiento e incluso generar una replanificación preventiva- que “tienen un impacto muy importante, sobre todo en sistemas difícilmente mantenibles, como una planta eólica offshore; y, en auge hace unos años pero actualmente con menor impacto, las ciudades y territorios inteligentes o Smart City y Smart Territories, donde llamó la atención sobre el flujo de datos y la ciberseguridad y sobre la ausencia de ICCPs.

En relación con los datos vinculados a la IA se hicieron diversas alusiones durante el debate. Juan Fernández Salas, director de Tecnología de Quantia Ingeniería y Consultoría, advirtió que «el mayor desafío actualmente es la digitalización de los datos de los que bebe la IA y es crucial que el técnico que los supervisa sea Ingeniero de Caminos para saber interpretar sus predicciones«, punto con el que estuvo en consonancia Chiachío Ruano. Carmona Martínez aclaró que los ingenieros “hacemos la parte más compleja y difícil, que es calcular los datos, pero lo hacemos en un formato que no es compatible con la IA y tenemos que dedicar tiempo a volcar esos datos a un formato legible para la Inteligencia Artificial”. Sobre esto avanzó que están apareciendo aplicaciones que serán capaces de volcar estos datos de forma automática. En otro punto de la charla, Mansilla Vera había apuntado que dedicar cinco horas a insertar datos a la IA al final puede generar un ahorro de hasta seis o siete millones de euros.

En nuestro sector, añaden, “es muy difícil conseguir los datos necesarios para entrenar un modelo de inteligencia artificial”. Los datos de variables de estado, que son las que se necesitan para tomar decisiones, son difíciles de tomar porque precisan de sensores. Además, monitorizan estados que son muy estáticos y escasos cuando se habla de integridad estructural, salud de un activo o envejecimiento de una infraestructura. Eso es algo que caracteriza nuestro sector con ciertas excepciones, por ejemplo, temas de tráfico o movilidad.

Reglamento y supervisión

“A día de hoy nuestras aplicaciones van a estar todas supervisadas”. En el Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial las actuaciones de los ICCPs están consideradas como de alto riesgo, por ser infraestructuras críticas, en su inmensa mayoría. De ahí que deban ser supervisadas. El Anteproyecto de Ley para el buen uso y la gobernanza de la Inteligencia Artificial, que acaba de lanzarse en marzo de 2025, nombra a la AESIA, a la Agencia Española de la Supervisión de la Inteligencia Artificial como la competente en la regulación del reglamento europeo. Según los ponentes, dentro de 5 años o 10 pues habrá unos inspectores de aplicaciones IA y la idea es que esos inspectores sean Ingenieros de Caminos que conozcan el contexto. “Simplemente hace falta formación, no hace falta nada más”.

Salvador Mansilla, director técnico de ACTISA, contó la inmersión de su empresa en la IA a raíz de la crisis del sector y ante las demandas de los clientes. Su primer gran logro fue la creación de un algoritmo de búsqueda global multicriterio para plantear el trazado más adecuado para un corredor. Ese software, llamado TADIL, fue enriqueciéndose y dio paso a DETEL, con el que realizan muchos estudios informativos previos, como por el del cierre de la ronda de Granada. De una petición del Consorcio de Transportes de Málaga para la actualización de las concesiones generaron GELA (Gestión Eficiente de Línea de Autobús). El último trabajo que están terminando, después de más de tres años y medio, es un software que se llama TERRAPLAN, su objetivo es optimizar los costes del movimiento de tierra en las obras lineales, es decir, en ferrocarriles, carreteras, autovías. Actualmente están terminando un proyecto para poner un robot de vigilancia en los Puertos del Estado, que sea totalmente autónomo y que interaccione con el puesto de control central. Es un proyecto que ya han probado en el puerto de Alicante. Además, están estudiando para Polonia, Alemania, Francia y Egipto, la creación de un inspector de obra digital, que sea capaz de mandar imágenes, de medir, incluso con la incorporación de un escáner, hacer trabajo de topógrafo y también comparar con el gemelo digital para la comprobación del replanteo. Estos son sólo algunos ejemplos ya en funcionamiento de la aplicación de la IA a la Ingeniería en esta docena de años de inmersión en un mundo nuevo.

Juan Fernández, director de Tecnología e Innovación en Quantia, puso el acento sobre que “la inteligencia artificial no deja de ser parte natural de la evolución de nuestra profesión en los tiempos en los que nos encontramos ahora mismo”. Durante cuatro años se dedicó a generar modelos híbridos con redes neuronales y modelos físicos, para tener mejores predicciones en cuanto a la degradación estructural. Con Quantia se dedican al área de gestión, de operación de mantenimiento de activos críticos en el sector civil e industrial, para que sea mucho más eficiente y sostenible. Precisó que aplican modelos predictivos para el mantenimiento predictivo de plantas fotovoltaicas, con predicciones de fiabilidad con probabilidad de fallo de cada uno de los componentes para así poder adelantarse. “En el momento en que reducimos costes y aumentamos la vida útil de los activos, también aumentamos la sostenibilidad de todos estos activos”, apuntó. En ese ámbito, el mayor desafío que encuentran es la digitalización de los datos. Quantia también está implicada en el proyecto del Acelerador de Partículas de Granada y en otro de plantas de tratamiento de aguas residuales para biogás, como ejemplos que citó.

 
Presentación PPTX de Manuel Chiachio EN PDF