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TARDES DE ENCUENTROS COLEGIALES
DEMARCACIÓN DE ANDALUCÍA, CEUTA Y MELILLA DEL CICCP

La Directora Técnica y el Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir informaron a los colegiados de las gestiones que están permitiendo responder a las necesidades de la cuenca pese a la “dura sequía”, las actuaciones en presas y en la modernización de la demarcación

 
GALERÍA FOTOGRÁFICA
 

El primer dúo de las Tardes de Encuentros Colegiales, organizadas por la Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos con la iniciativa del Representante Provincial en Sevilla Pietro Tucci, lo protagonizaron el 4 de junio la Directora Técnica y el Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Carmen Nuria Jiménez Gutiérrez y Alejandro Rodríguez González. La que fuera la Ingeniera del Año de la Demarcación en 2021, habló del importante potencial inversor de la CHG, un organismo autónomo con “capacidad de endeudamiento y contratación”. “Somos un organismo muy inversor y en los últimos tres años el presupuesto anual para inversiones ha superado los 90 millones de euros, llegando en 2023 a los 120 millones”, detalló Jiménez Gutiérrez, que explicó que la Confederación cuenta con unos 65 millones de euros de fondos propios anuales para el capítulo de inversiones –que ingresan por la explotación de las presas-, a los que deben sumar otros en torno a 40 millones que llegan de la Dirección General de Agua. Asimismo, cuenta con las aportaciones de Europa. De los Fondos Feder (2021-2027) se han asignado a Andalucía unos 400 millones de euros, anunció, que “deben destinarse a actuaciones en el marco de la CHG”, ampliándose el plazo hasta 2029, y “además se ha permitido fasear actuaciones del anterior programa”. Además, se están gestionando unos 40 millones de partidas europeas a través del IDEA para la “eficiencia energética”, concretamente cinco proyectos de plantas solares vinculados a las estaciones de bombeo, puntos de recarga de vehículos y adaptación de las oficinas.

En el Plan Hidrológico del Guadalquivir, que contempla una inversión de 1.200 millones de euros de la Administración General del Estado, la Confederación ha incluido el recrecimiento del embalse del Agrio, del que se está haciendo el estudio de alternativas, el proyecto y tramitación ambiental. Además, recordaron, hay previsto estudio de alternativas y proyecto de dos nuevas presas: la Cerrada de la Puerta (Huesa, Jaén) y San Calixto en Écija, ésta última está pensada también como medida de laminación antiavenidas. La Directora Técnica confía en que los proyectos se puedan licitar este año por la DGA.

 

 

En estos momentos estamos inmersos también en la actualización de la seguridad de las presas, con la novedad de que estamos aplicando la metodología de modos de fallo de la presa para priorizar inversiones”, avanzó. Las Líneas de Actuación para la mejora de la seguridad de las presas 2023-2033 han sido elaboradas por la Subdirección General de Dominio Público Hidráulico e Infraestructuras de la Dirección General del Agua para el examen en profundidad de la situación en la que se encuentran las presas españolas.

“El objetivo es establecer una priorización de los trabajos en todas las presas”. La CHG cuenta con 52 presas con una antigüedad media de 55 años y ya se ha realizado una primera revisión de todas. Además, para conocer los recursos hídricos realmente disponibles en esta sequía, se han realizado batimetrías en los embalses y se ha podido comprobar que no se ha producido una pérdida significativa de capacidad por aterramiento de sedimentos, únicamente unos 80 hm3 de 8.115 hm3 que tiene la cuenca.

En presas se ha emprendido también, anunciaron los responsables de la CHG, su digitalización a través de la tecnología BIM en el campo de la explotación y la seguridad. Permitirá implantar un modelo colaborativo y virtual para obtener mejoras en su funcionamiento interno, generar un repositorio único con toda la información de las presas estatales, la puesta a disposición de toda esa información a todos los agentes que participan en la gestión, operación y mantenimiento de las presas estatales e incorporar la metodología BIM en la contratación pública del MITECO y sus Organismos autónomos (CC.HH.) en todo lo referente a la futura gestión de la seguridad de las presas de titularidad estatal.

Otra de las líneas de acción es la regeneración de agua, con objeto de liberar agua para los agricultores y ganaderos y preservar las reservas para el abastecimiento humano. Como incidieron tanto la Directora Técnica como el Comisario de Aguas, en la cuenca del Guadalquivir se localiza la cuarta parte de todo el regadío de España, con hasta 8.820 kilómetros cuadrados (16% de la superficie de la cuenca) y 3.356 hm3 al año de uso de agua, que supone el 87% de la demanda total en la cuenca. Este es uno de los diferentes frentes que debe contemplar la Confederación por sus especiales características. En esta radiografía de partida, los gestores destacan también la escasez estructural de recursos (aportaciones de 6.928 hm3 al año), la sobreexplotación, la fuerte erosión y sedimentación en la zona oriental, los focos de contaminación industrial, la “importante” contaminación difusa (11.738 t/año de N) que afecta a la calidad de los recursos disponibles, así como dos peculiaridades ambientales: el integrar el humedal europeo más importante, Doñana; y la gestión del estuario del Guadalquivir (navegación, acuicultura y plantaciones de arroz).

La calidad del agua precisamente fue “el punto débil” en el periodo de restricciones vivido el pasado año, aunque “no se produjeron problemas de abastecimiento” pese a llevar ya más de tres años de “dura sequía”. El Plan de Sequía “ha permitido anticiparse” a este ciclo y “las actuaciones terminadas” han logrado garantizar el suministro. Hablamos de más de 4 millones de andaluces que se abastecen de los embalses. Las obras de emergencia realizadas, detallaron, se han focalizado en asegurar una toma alternativa de agua en cada fuente de abastecimiento, lográndose ejecutar el 90%. En la última sequía, que salvó la borrasca Nelson, también fue muy importante el logro de “salvar la arboleda” de las plantaciones de regadío, cuya seca hubiera supuesto la pérdida de miles de millones para las empresas propietarias, y habría hecho peligrar sus inversiones y sus compromisos internacionales. En octubre de 2023 alcanzamos las reservas mínimas desde la sequía de los 90. Sin embargo, en dos escasas semanas, según los datos del Boletín Hidrológico Digital, en la D.H. del Guadalquivir se registró un incremento de casi 1.400 hm3. En este episodio fue “esencial” la laminación del caudal para evitar daños irreparables como los sufridos en otras ocasiones en la cuenca.