LA VOZ DE LOS INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS EN LOS MEDIOS
El decano recuerda que “el agua lleva bajo el brazo los títulos de propiedad” y lamentablemente “aprendemos a golpe de tragedia”. Defiende la necesidad y la eficacia de los embalses en estos episodios, así como de otras obras de encauzamiento y laminaciones
► La mañana de Andalucía con Jesús Vigorra y Fran López de Paz (CANAL SUR RADIO). El decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan Manuel Medina, entrevistado a partir del minuto 5.
El decano de la Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Juan Manuel Medina Torres, en una entrevista en Canal Sur Radio para analizar los acontecimientos sucedidos con el paso de la DANA, lamentó que “hay cosas que se han hecho mal y son mejorables”, pero está convencido de que “a partir de ahora, de estas desgracias se producen enseñanzas y se irán haciendo mejoras de cara al futuro”.
Con la vista puesta en el mapa de riesgos de zonas inundables en Andalucía, señaló que, si bien la comunidad está preparada, hacen falta “más inversiones para tratar de minimizar los daños” frente a las riadas. “Hay lugares en barrancos donde no se pueden construir presas o represas que ayuden en la laminación, pero sí se puede corregir el cauce de los ríos, aunque requiere muchísima inversión. Los encauzamientos de los ríos son actuaciones muy complejas y caras”, explicó, antes de matizar que se trata “de decisión política. Normalmente, hay una tentación a reducir inversiones en infraestructuras, que se echan de menos cuando ocurren este tipo de fenómenos.
El decano precisó que es complicado comparar qué habría ocurrido si no existieran las infraestructuras hidráulicas existentes en este momento, pero está convencido de que “sin ellas los caudales se hubieran multiplicado y los daños hubieran sido mucho más severos”. En este sentido, aclaró que los daños materiales “difícilmente se podrían haber evitado: Siempre decimos que, en circunstancias como las acontecidas, el agua lleva bajo el brazo los títulos de propiedad, lo cual quiere decir que cuando el agua cae con esa violencia y esos caudales tan desorbitados, de forma localizada, con una orografía muy concreta, con cordilleras cercanas al mar y pendientes muy elevadas, la concentración es tan rápida en las cuencas que de manera natural se producen desbordamientos. Siempre se han producido, pero a veces se nos olvida y hemos urbanizado en zonas inundables”. Aun así, puntualizó, “se han hecho algunas actuaciones, y se pueden hacer muchas más, de mantenimiento, limpieza y modificación de cauces, etc”.
Enfatizó que, “lamentablemente, venimos avanzando a golpe de tragedia. Se van mejorando los sistemas de información a la población y se mejorarán más, pero también es una responsabilidad personal muy elevada de todos nosotros. Es decir, si tenemos conocimiento a través de redes y medios de comunicación de que hay alerta roja, quiere decir que hay riesgo extremo y no debemos salir de casa o coger el vehículo, porque la mayor parte de los daños se producen cuando nos estamos desplazando”.
Juan Manuel Medina defendió la “absoluta necesidad” de los embalses. “El abastecimiento de las ciudades, de los regadíos, la laminación de las avenidas, la generación verde de electricidad, todo depende de los embalses”, y recordó que, cuando vienen esas grandes avenidas, “actúan como un cuenco que va recibiendo el agua y que permite que se almacene y no discurra libremente y de forma desbocada aguas abajo”.
Sobre los ritmos de recuperación en los territorios afectados, expuso que infraestructuras básicas como el abastecimiento de agua o la limpieza se restablecerán rápidamente, pero obras como puentes, ferrocarriles o carreteras no se pueden hacer sobre la marcha: “Hay elementos que han quedado muy dañados y habrá algunos que tardarán meses en planificarse y ejecutarse”.