DEMARCACIÓN DE ANDALUCÍA, CEUTA Y MELILLA DEL CICCP
NOTICIA, VIDEO, FOTOS en la WEB de SEDEEl Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos ha celebrado recientemente su tradicional acto de entrega de las Distinciones Colegiales 2025, una cita que volvió a reunir a la profesión en un ambiente de reconocimiento, orgullo y gratitud. Más de 300 asistentes acompañaron este homenaje a la excelencia profesional, en el que se galardonó a 24 colegiados por su trayectoria y aportaciones al colectivo y a la sociedad.
Entre los distinguidos, destaca especialmente la presencia andaluza, con nombres como José Luis Manzanares Abásolo, que recibió la Medalla al Mérito Profesional. Vinculado desde siempre a la ingeniería, Manzanares expresó su profunda emoción al recoger este reconocimiento, evocando los orígenes de la firma Ayesa —fundada por su padre— y el crecimiento de esta multinacional andaluza, hoy referente global. Con palabras cargadas de vocación y compromiso, defendió el papel de los ingenieros de caminos como motor de desarrollo y generadores de futuro.
También fue distinguido con la Medalla de Honor Francisco Javier González García, cuya carrera ha estado estrechamente ligada a la mejora de la calidad de vida en Melilla, especialmente en sus barrios más vulnerables. Su intervención reflejó el valor humano de la profesión, y su vinculación con el Colegio ha dejado huella en la región a través de iniciativas que fortalecieron la presencia institucional y profesional en la administración local.
Asimismo, se rindió homenaje a Francisco Ruiz García, doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y figura central en la transformación de Málaga. Reconocido con la Medalla al Mérito Profesional, su vida profesional ha estado dedicada al desarrollo y modernización de las infraestructuras urbanas de la ciudad, convirtiéndose en un referente de excelencia técnica en Andalucía. Por problemas de salud, no pudo asistir al acto, por lo que fue el decano de la Demarcación quien recogió la medalla en su nombre, en un momento cargado de emoción y reconocimiento por parte de sus compañeros.
El acto fue presidido por Miguel Ángel Carrillo, presidente del Colegio, quien subrayó el papel de estos reconocimientos como reflejo del talento, la dedicación y el impacto que los ingenieros de caminos tienen en el progreso del país. Acompañado por el vicepresidente, Ricardo Martín de Bustamante, y vocales de la Junta de Gobierno, se hizo entrega de seis Medallas de Honor y dieciocho Medallas al Mérito Profesional.
La jornada incluyó, además, un emotivo reconocimiento al exdecano de la Demarcación de Extremadura, José Manuel Blanco, por su labor institucional y defensa activa de la profesión. Tras la ceremonia, los asistentes compartieron un cóctel en la sede colegial y una cena en el Club Financiero Génova, culminando así un encuentro que reafirma el valor colectivo de la ingeniería y el orgullo de pertenencia a esta institución.
Palabras de Francisco Javier González García, momentos antes de recoger la Medalla de Honor 2025 (colegiado 5.715)
Recibir esta medalla le ha aportado “una paz interior que me demuestra de forma fehaciente que mi trabajo ha sido útil”
Asegura que su mayor logro ha sido ser nombrado consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma de Melilla. En su trayectoria destaca entre sus muchas actuaciones la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de Melilla, sobre todo de los barrios más desfavorecidos. Apunta asimismo la labor en las calles y carreteras de la ciudad, que ha permitido modernizarla, ampliar la zona urbana y favorecer el acceso a cualquier punto –“no olvidemos que Melilla tiene 13 kilómetros cuadrados”-. No olvida su estrecho e importante vínculo con el Colegio, donde fue representante provincial por Melilla. Promovió la firma de un convenio entre la Ciudad Autónoma y el CICCP por el que se comprometía el visado de todos los proyectos redactados por ingenieros de caminos, gestionados por la ciudad. Esto vino aparejado con un incremento del número de ICCPs dentro de la administración de Melilla.
Recibir la Medalla de Honor le ha aportado “una paz interior que me demuestra de forma fehaciente que mi trabajo ha sido útil, que lo he hecho bien y que puedo haber llegado tranquilo a mi jubilación”.
Palabras de José Luis Manzanares Abásolo, momentos antes de recoger la Medalla al Mérito Profesional 2025 (colegiado 15.207)
Asegura ser “un firme defensor de la profesión” y confiesa sentirse “afortunado de servir a esta vocación” y pertenecer a este Colegio.
José Luis Manzanares Abásolo recibe esta medalla con “enorme gratitud y emoción”, porque significa “no sólo el reconocimiento de una trayectoria sino la reafirmación de un profundo vínculo que tengo con esta profesión, que arranca en mi niñez cuando veía a mi padre construir un sueño llamado Ayesa”. Se incorporó a la empresa familiar nada más egresar, cuando apenas empleaba a 166 personas, y ha visto crecer la compañía hasta lo que es hoy, “una enorme multinacional con más de 14.000 profesionales”, en lo que ha definido como un “viaje apasionante”. Su trabajo le ha permitido viajar por todo el mundo y contribuir a que “nuestros ingenieros de caminos dejen su huella en innumerables proyectos”. Asegura ser “un firme defensor de la profesión” y confiesa sentirse “afortunado de servir a esta vocación” y pertenecer a este Colegio. Concluye con un mensaje muy positivo, con el convencimiento de que “tenemos un futuro ilusionante”. Se compromete a seguir volcado en reivindicar la influencia de los Ingenieros de Caminos en la sociedad.