Entrevista en la Revista CAMINOS Andalucía · OCT-NOV-DIC 2017
Las mayores trabas para la inversión extranjera se basan en el nuevo entorno de incertidumbre nacional con motivo de las elecciones de 2018
El modelo de licitación mediante APP va a suponer una importante área de oportunidad para este tipo de inversión. Además, el mercado de edificación está creciendo a muy buen nivel
Profesionalmente hablamos el mismo lenguaje, tanto en lo técnico como en la gestión. No he tenido problemas en integrarme en equipos de trabajo netamente mexicanos
JOSÉ LUIS LÓPEZ RUIZ. DIRECTOR GENERAL DE OPERACIONES. HYCSA
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¿Cómo y cuándo se produjo su traslado a México?
Llegue al país en marzo de 2012, incorporándome como Director General Adjunto de Grupo Aldesa en México. Ya llevaba 3 años en España en la compañía, como Director de Construcción de la Zona Sur y como Director de Contratación Nacional. En ese momento la crisis estaba castigando muy duramente la cartera de proyectos de la empresa, así que me destinaron al país con objeto de contribuir al crecimiento en el mismo.
En enero de 2013, por reestructuración en la compañía, dejé de prestar mis servicios en Aldesa y, teniendo claro las oportunidades que presentaba el país, en contraposición al oscuro panorama que mostraba el sector en España, decidí quedarme en México. Como resultado, en el mes de marzo constituí una empresa constructora con unos socios locales: Fortius Ingenieros SA de CV. Con la misma estuvimos realizando contratos con la SCT, CFE, y las secretarias de Obras del Estado de México y del Distrito Federal (ahora Ciudad de México).
Finalmente, a principios de 2015, me llegó el ofrecimiento de Grupo Hycsa para el puesto de Director de Construcción de la compañía. Como tengo más alma de directivo que de empresario, aparte de que me gusta jugar en las grandes ligas, ingresé en el Grupo en marzo de 2015. La empresa es una de las más importantes del sector, con una dilatada experiencia sobre todo en la construcción de infraestructura vial, con más de 300 equipos pesados propios, desde los más básicos de terracerías hasta plantas de asfalto de última generación. Como hito, quizá no por presupuesto, pero sí por significación, hemos ejecutado la pista de Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Hace unos meses fui nombrado Director General de Operaciones para México y Latinoamérica, donde tenemos ya Sucursales en Colombia y Bolivia, y abriremos en breve en Perú.
Trabaja usted para una empresa mexicana, ¿Varían mucho las condiciones laborales respecto a las españolas asentadas en el país?
El cambio más significativo, sobre todo para los que llegamos antes de 2013, es la pérdida de los privilegios de la repatriación: ventajas fiscales, viajes a España, bono de expatriación, pagos de vivienda y colegios, etc. El estar contratado por una empresa mexicana en México es como estar contratado por una empresa española en España. La verdad, esto cada vez es menos relevante, debido a los procesos de “localización” del personal que están realizando las empresas españolas en el país. El paquete habitual incluye, aparte de la nómina (que se paga por quincenas), viáticos y/o ayuda de vivienda, un bono anual de gratificación y, normalmente, un seguro de gastos médicos mayores y un seguro de vida. Existe la prestación del seguro social, pero es muy recomendable tener el que comento (bien por la empresa o contratado por uno mismo), ya que si por circunstancias necesitas utilizar la sanidad privada, es tremendamente cara.
¿Qué opinión tienen en México de los profesionales españoles?
En general bastante buena. Creo que sobre todo se valora, en el ámbito concreto de las empresas constructoras, la formación en el área de control de costos de obra. Por supuesto también técnicamente, sobre todo por el gran desarrollo de infraestructuras que se tuvo en España en los últimos 20 años.
¿Tienen las empresas locales preferencias o cupos reservados en las licitaciones públicas? Según unas declaraciones del Secretario de Comunicaciones y Transportes de México, el 70% de la inversión en obras del Plan Nacional de Infraestructuras 2014-2018 se ha adjudicado a empresas mexicanas.
Existen fundamentalmente dos tipos de licitaciones públicas, las nacionales y las internacionales, dependiendo de donde se ha debido de desarrollar la experiencia especifica en los tipos de obra solicitados. Lógicamente las mayores oportunidades para las empresas no locales radican en el segundo tipo de licitación, que se refiere sobre todo a grandes infraestructuras. No obstante, muchas empresas españolas llevan ya bastantes años trabajando en el país, y pueden acreditar experiencia en casi todos los concursos nacionales. Por supuesto también se utiliza el tradicional modelo de UTEs, aquí conocido como Consorcios. Además, hay un gran desarrollo de concesiones y, más recientemente de modelos tipo Asociación Público Privada, lo que pone en juego también las capacidades de financiamiento de las empresas participantes, lo que supone también una ventaja competitiva para las empresas españolas, líderes internacionales en este tipo de contratos.
Tomando literalmente las declaraciones del Secretario, realizadas en julio de este año, se ha ejercido un 80% de los 1’44 billones de pesos previstos en el Plan, de los cuales el 30% se ha adjudicado a empresas no mexicanas. Eso traducido a euros supone que, desde 2014, se han adjudicado 15.700 millones de euros a empresas extranjeras. No me parece que sea un mal dato.
Según la OCDE, las restricciones que existen actualmente en México para la IED (Inversión Extranjera Directa) en infraestructuras están entre las mayores de los países miembros, ¿Dónde ve los escollos más insalvables?
Desde 2016, derivado de la fuerte caída en el precio de petróleo, se vienen produciendo importantes recortes en la inversión en Infraestructuras. Lógicamente, la contracción general del mercado va a afectar de forma directa a la inversión extranjera.
Además, creo que las mayores trabas para la inversión extranjera se basan, en primer lugar, en el nuevo entorno de incertidumbre nacional con motivo de las elecciones del 2018 así como en la situación con su vecino del norte. Las elecciones del 2018 y la renegociación del TLC serán fundamentales para quitar esas trabas y volver a crecimientos superiores al 2’8%. Por otro lado, de acuerdo con un informe de Transparencia Internacional, México tiene el índice de percepción de corrupción más alto de los países de Latinoamérica y el Caribe. Esto es un factor adicional que genera desconfianza en los inversores.
¿Puede ser la corrupción existente en el país una de las grandes trabas para el buen engranaje de la planificación y licitación de obra pública?
Por supuesto la corrupción es una gran lacra, tanto desde la perspectiva moral y el deterioro social que supone, como desde el puro punto de vista patrimonial, por el encarecimiento artificial que sufren los proyectos, lo que disminuye la rentabilidad de las inversiones realizadas. Se han establecido mecanismos de control en el campo de las infraestructuras, con fuertes y continuas auditorias en el desarrollo de los contratos. No obstante, queda camino por recorrer. Con el fin de visibilizar y castigar estas conductas, este 19 de julio entró en vigor la nueva legislación anticorrupción en México, la cual no sólo contempla penas para los servidores públicos, sino también para las personas físicas y morales que participen en actos de corrupción en el país.
En cualquier caso, es una circunstancia de la que no se escapa casi ningún país, solo veamos todo lo que está saliendo a la luz en los últimos años en España.
¿Qué valoración tiene del país a nivel profesional y de calidad de vida?
Tanto a nivel personal como profesional, he tenido la suerte de haberme integrado muy bien. Mi opinión personal es que es un país muy receptivo hacia todas las culturas, y en particular, obviamente, con la española. La forma de vida y el trabajo tiene muchas similitudes con nosotros. Existe una diversidad natural y gastronómica muy extensa, lo que hace que tenga un atractivo turístico impresionante. Por supuesto no puedo olvidar mencionar los graves problemas de seguridad que padece, además siempre amplificados por los medios internacionales. Mi consejo siempre al que llega es que aquí hay que vivir con precaución, pero no con miedo. Eso es aplicable también a los fenómenos naturales que por su situación geográfica y geología se producen de forma mucho más habitual a la que estamos acostumbrados en el Viejo Continente.
Profesionalmente, hablamos el mismo “lenguaje”, tanto en lo técnico como en la gestión. No he tenido problemas en integrarme en equipos de trabajo netamente mexicanos.
¿Recomendaría este país a algún ingeniero que esté pensando emigrar? ¿Por qué?
Por supuesto. Creo que, de los destinos internacionales para trabajar y vivir, es de los que, por cultura, por idioma, por clima y por naturaleza, encaja mejor con nuestro carácter y necesidades. Tiene el hándicap de la distancia, pero como también digo, estamos sólo a 1.500 euros de vuelo. Existe una amplia comunidad española, aunque lo mejor es integrarse y atesorar amigos locales, lo que sin duda te da una perspectiva diferente, y te permite adquirir rápidamente los giros locales del idioma y a “tropicalizarte” con celeridad. Los medios de comunicación (Skype, WhatsApp…) actuales ayudan mucho a no sentirte tan lejos de la familia. Y la comida es una maravilla de variedad y sabores.
Agradecimientos
No quisiera terminar esta entrevista sin expresar mi gratitud a todas las personas que me han apoyado en este periodo, tanto españolas como mexicanas. No tengo suficiente espacio para nombrarlos a todos, pero no puedo dejar de nombrar a Jorge Izurieta, por su apoyo incondicional y creer en mí. A Luis Quintana, por presentarme a Alejandro Calzada y Luis Embriz, dueños de mi actual empresa. A ellos mismos, y a Jesús Meliá, por darme la oportunidad de colaborar en el fascinante reto que supone Grupo Hycsa. Y a Javier Mora y Pablo Salazar, dos estupendos amigos en esta trayectoria en México. Me dejo muchos otros, pero igualmente queridos. Y por supuesto gracias a mi esposa Pilar y a nuestras hijas, sin ellas, nada de esto hubiera sido posible.
Como dije en la cena de Santo Domingo de la Calzada del 14 de mayo de 2016, organizada por el Representante del CICCP aquí en México, y que fue la primera que patrocinó una empresa mexicana, Grupo HYCSA, en conjunto con otras dos empresas andaluzas:
¡Gracias México!
“Un importante esfuerzo en carreteras, puertos y aeropuertos”
¿Cuáles son las principales deficiencias del país a nivel infraestructural?
Pues en todos los ámbitos, tiene bastante camino por recorrer. Pero se está haciendo un gran esfuerzo en infraestructura carretera, portuaria y aeroportuaria. Si tuviera que destacar una gran deficiencia sería en el ferrocarril de pasajeros, donde existe una enorme capacidad de crecimiento en lo que conocemos como Cercanías y Media-Larga Distancia, entendida en el entorno de los 500km. Se desarrollaron al inicio de la presente legislatura varios proyectos importantes, como el México-Queretaro o el Transpeninsular en Yucatán, que se tuvieron que dejar aparcados por la crisis del petróleo. Actualmente están en construcción el México-Toluca y el Tranvía de Guadalajara. Los beneficios de todo tipo que supondría la apuesta firme por el desarrollo de este tipo de infraestructura, serían impresionantes. Y el número de posibles usuarios en México, casi nunca es un problema.
“Una gran apuesta por proyectos emblemáticos”
¿Vuelve a haber inversión comprometida para reactivar la obra pública?
Actualmente hay una gran apuesta por grandes y emblemáticos proyectos, tal cual es el Nuevo Aeropuerto Internacional en la Ciudad de México, donde tengo la oportunidad de participar con un par de obras. Sólo ese proyecto requiere una inversión de unos 8.000 millones de euros. Hay muchos proyectos carreteros, con modelos APP, de presupuestos en torno a los 300 millones. El gran déficit a cubrir, es la red secundaria y local de carreteras y caminos rurales, donde la inversión ha desaparecido prácticamente. La realidad es que las perspectivas para el año que viene no son muy optimistas. Se espera que las elecciones despejen un panorama más alentador.
México es un país de fuertes contrastes, ¿Qué zonas son las más pujantes en el ámbito de la construcción?
La que absorbe la mayor cantidad de inversión, tanto pública como privada, es la zona centro del país. Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Puebla, todo el Bajío, representan lo más pujante del país. También lo ha sido siempre Nuevo León, aunque recientemente su actividad ha sufrido una desaceleración. Así mismo, pero de forma más puntual, las zonas turísticas por excelencia, como las costas de Caribe, con Cancún a la cabeza, o la península de Baja California Sur en el Pacifico, con Los Cabos como emblema. A pesar de eso, dentro de esas mismas áreas, existen grandes desigualdades, conviviendo hoteles e industrias de última generación, con suburbios marginales.
2030. Programa Nacional de Infraestructuras Sostenibles
Como consecuencia de la crisis del petróleo antes mencionada, se ha ralentizado la ejecución de grandes proyectos y el desarrollo en general de la infraestructura. Adicionalmente, como en muchos países que conocemos, los ciclos de inversión están íntimamente relacionados con los periodos electorales, siendo precisamente este 2018 año de elecciones para la Presidencia de la Republica.
Hay una iniciativa de la CMIC, que es un Foro de Consulta para la elaboración de un Programa Nacional de Infraestructura Sostenible 2030, con la participación de un amplio espectro de cámaras empresariales, así como actores de todos los ámbitos económicos y sociales. Ojalá esta iniciativa permee a las instituciones públicas y de ello surja un pacto político, igual que se hizo en el caso de la paraestatal Pemex.