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DEMARCACIÓN DE ANDALUCÍA, CEUTA Y MELILLA DEL CICCP

Antonio Cleofé López Muñoz repasa la situación de los puentes de la capital cordobesa y explica las actuaciones de revisión de estas estructuras

El representante en Córdoba de la Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, Antonio Cleofé López Muñoz, respondió el 26 de marzo a las inquietudes de Diario Córdoba sobre la posibilidad de que el Puente Romano pudiera sufrir la misma suerte que la pasarela medieval de Talavera de la Reina, que se derrumbó con la crecida del río. A ello contestó claramente que “es improbable, porque el puente está muy estudiado y muy bien reforzado”. Pese a sus más de 2.000 años de historia, la estructura es robusta y ha sido sometida a varias intervenciones de refuerzo.

López Muñoz detalló que los puentes de Córdoba capital pertenecen básicamente a Administración central y ADIF, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Córdoba. Los puentes de la administración central, concretó, son el puente de Ibn Firmas de la CO-32 y los puentes de la variante de Córdoba A-4. Dependen de ADIF todos los puentes y estructuras relacionados con el ferrocarril convencional y AVE. La Junta de Andalucía gestiona el puente de Andalucía y las estructuras soterradas de la Ronda Oeste de Córdoba. Por su parte, El Ayuntamiento se encarga, como enumeró, del puente de San Rafael –que era del Ministerio-, el Puente Romano –que era de la Junta de Andalucía-, puente de Miraflores, puente del Arenal y un puente sobre el AVE que hay en Alcolea. En la actualidad, anunció, se han incorporado tres estructuras más de la Ronda Norte de Córdoba, terminados hace un par de años.

¿Quién realiza las revisiones de estas estructuras?

La revisión de estas estructuras, en el caso de la Junta de Andalucía, Administración central y ADIF, explicó que hay adjudicados contratos de inspección y mantenimiento de puentes. De hecho, aseguró, esas inspecciones fueron las que permitieron detectar fallos en el puente de la Variante de Córdoba que llevó a su sustitución de vigas. “Esos contratos están adjudicados a empresas de Ingeniería especializadas, con protocolos específicos para el control de puentes”. En el caso de los puentes del Ayuntamiento de Córdoba, lamentó que “no se están llevando a cabo esas inspecciones”. Tras los problemas del puente de Miraflores del año 2008-2009 aproximadamente, coincidiendo con el incendio del puente del Arenal que obligó a cortar carriles y hacer pruebas de carga, según el Representante Provincial en Córdoba, se contrató una inspección de los puentes de Córdoba, con revisiones semestrales, “pero hoy día, ese contrato no está en vigor”.

¿Se evalúa su estado tras fenómenos de lluvia prolongados o cada cuánto se comprueba?

López Muñoz contestó que existe un protocolo en estas inspecciones, y después de un episodio de lluvia extrema, suelen inspeccionarse los puentes. Cómo ejemplo puso el Puente Romano, en el que se realizaron refuerzos y consolidaciones de la cimentación mediante inyecciones. Otro ejemplo es el puente de San Rafael, donde recordó que hace años se realizó una inspección con buzos y se consolidó la cimentación de una pila con escollera que tenía problemas de socavación, algo parecido a lo que ha pasado en Talavera. Estas actuaciones se realizaron, dijo, previamente a transferirlos al Ayuntamiento de Córdoba.

¿Cómo se controla el buen/mal estado?

Normalmente las inspecciones visuales, tanto del exterior cómo del interior de puente, suelen dar bastante información. También suelen hacerse ensayos en estas inspecciones. Otros casos, cómo el puente de Ibn Firmas, puente de Andalucía, tienen sensores más sofisticados instalados, especialmente en los cables. Esto es lo que llama auscultación y consiste en la colocación de inclinómetros, extensómetros, células de presión; medidores de formación y tensión en definitiva.

 
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