“Los momentos que corren son difíciles para mantenernos locales y extranjeros” “La obra civil en Ecuador se encuentra de capa caída y la sufrimos de primera mano con demoras en los pagos, para reanudar proyectos suspendidos y con reducción de licitaciones”
¿Qué le impulsó a dar el salto fuera de España y concretamente a Ecuador?
Ya a finales del 2011, la crisis económica en España sacudía negativamente al sector de la ingeniería civil, por lo que la cartera de trabajo nacional mermó drásticamente. Era el momento de ser consecuente, llenarse de valentía y lanzar la mirada hacia países en vías de desarrollo vial, era época de cambio para todos.
¿Cuál es exactamente su labor en INCOYDESA INGENNYA SL y la de su empresa en Ecuador?
Mi cometido en la compañía no está corchado como ocurre con los especialistas de diferentes disciplinas. Desde mis inicios en el grupo Ingennya, participaba en todas y cada una de las partes de un proyecto, algo que me sirvió enormemente a la hora de gestionar los proyectos en el extranjero. La relación con las administraciones públicas competentes, defensa del trabajo español ante el cliente, coordinación y seguimiento integral de los estudios, presentación de certificaciones, velar por el cumplimiento societario y tributario de la firma, además de preparación de ofertas, son algunas de las labores realizadas en Ecuador.
¿Cómo están valorados en el país las empresas y profesionales españoles del sector?
En general es una valoración muy positiva, los técnicos de las administraciones muestran interés por seguir aumentando su nivel de conocimientos, incluyen en sus contratos la partida de formación e intercambio intelectual, y se produce una simbiosis que a priori se pensaba en una sóla dirección. Muchos prejuicios se desvanecen cuando te encuentras con grandes profesionales de la ingeniería en estos países, lo que sí es cierto, que no es lo común.
Muchos de los ingenieros locales han viajado a nuestro país y circulado por nuestras carreteras, todos mantienen un recuerdo magnífico de la comodidad y seguridad con la que «manejaron» en nuestro país.
Aunque Ecuador está sufriendo una notable reducción en inversión para obra Civil, es cierto que se están fomentando ayudas multilaterales para proyectos prioritarios ¿Está afectando la situación del país a los ingenieros y empresas españolas en Ecuador o las medidas tomadas por el Gobierno son suficientes por ahora para su sostenimiento?
La obra civil en Ecuador se encuentra de capa caída y lo sufrimos de primera mano con demoras en los pagos, demoras para reanudar proyectos suspendidos temporalmente, reducción drástica de las licitaciones.
Por tanto, considero que no son suficientes las ayudas para sostener la matriz productiva compuesta por empresas locales y extranjeras. Con compañeros de este gremio coincidimos que el periodo de 2008 a 2013 había sitio para todos, pero los momentos que corren son muy complicados para mantenernos locales y extranjeros.
Ante esta situación, ¿Recomendaría plantearse la emigración a Ecuador o aconseja mirar hacia otro país en estos momentos?
Si su objetivo es trabajar en consultoría o en construcción le recomiendo que no. Ya sea en una empresa local o española, es muy probable que sufra las consecuencias de un gobierno con dificultades y con objetivos más prioritarios que la inversión en infraestructuras. Si por lo contrario, lo que busca es dedicarse al sector de la docencia, puede ser que le vaya muy bien.
Son similares las condiciones laborales y de vida de un ICCP en Ecuador y en España? ¿En qué distan?
Desgraciadamente y debido a la situación económica que atraviesan ambos países, no creo que ninguno de los dos muestren buenas condiciones laborales. En mi opinión, Ecuador es un país donde puedes tener mucho éxito como autónomo si encuentras tu hueco en el mercado, algo que como he aclarado anteriormente, no es el mejor momento para hacer. Si dispones de una amplia experiencia laboral como ingeniero, y situándonos en el escenario de existir posibilidad para conseguir un puesto de trabajo por cuenta ajena en empresas privadas de ambos países, las empresas locales de Ecuador, a diferencia de las de España, reconocen económicamente la valía del titulado.
Respecto a la calidad de vida de un ICCP en Ecuador respecto a España, cabe decir que como mínimo necesitas el doble del sueldo medio español para vivir como lo hacías en España, teniendo en cuenta que para conseguir la semejanza en los servicios recibidos, deberás pasar por vivir en una urbanización cerrada, con guardianes en la garita, contratar un seguro médico familiar, llevar a tus hijos a colegios y universidades privadas y como obligación comprarte un vehículo (que son mucho más caros que en España) o disponer de un taxista de confianza. Sí es cierto que en Ecuador, los alimentos de primera necesidad son muy económicos, pero sin salirte de ahí, arroz, pollo, verduras y frutas exquisitas, pero insisto, que a igualdad de cesta de la compra, la cesta ecuatoriana de un español es bastante más cara.
Mirando al mapa de Ecuador, ¿Podría apuntar qué zonas —provincias o territorios ofrecen mayores posibilidades laborales para los ingenieros, en caso de que las hubiera?
Señalaría Pichincha y Guayas como zonas de mayor oportunidad laboral. También señalo la provincia de Azuay, concretamente Cuenca como ciudad que reúne muchas de las características del buen vivir para un español, básicamente por su seguridad en las calles y servicios públicos ofrecidos.
¿Qué es lo más positivo de Ecuador como país de acogida? ¿Y lo que menos?
Lo más positivo es el entorno natural, sus paisajes, su diversidad en la Costa, Sierra, Amazonía y Galápagos, es algo que supera las expectativas, que con algo de espíritu aventurero, te hace sentir en una continua etapa de vacaciones. Lo más negativo, es su inestabilidad, lo cual se refleja en la dificultad que compartimos las empresas españolas a la hora de desempeñar los proyectos en el país.
¿Cómo valoraría su experiencia en Ecuador?
Lo valoro muy positivamente tanto en lo profesional como en lo personal. No niego que me encontré muchas dificultades, pero la capacidad de resolverlas es algo a lo que estamos acostumbrados los ingenieros de caminos, y la adaptabilidad se va ganando. Al inicio llegas al país con una barbaridad de prejuicios, que si la incompetencia, la inseguridad y un largo etc. Todo esto hay que olvidarlo porque no es tan así. Por el miedo a salir, mi día a día era como si estuviera en dos islas, una mi urbanización y la otra mi oficina, y el barco era el taxi de confianza, no había más, pero poco a poco te vas dando cuenta que se puede vivir, de otra forma a la que estamos acostumbrados pero muy aceptable. Tengo muy buenos amigos en Ecuador, conozco grandes profesionales y me faltan horas en el fin de semana para hacer todo lo que este país te ofrece.